sábado, 26 de enero de 2013

El conde Sisebuto










fotografía;VilladeMarmolejo.es

A veinte leguas de Pinto
y a treinta de Marmolejo,
existía un castillo viejo
que edificó Chindasvinto.
Perteneció a un gran señor
algo feudal y algo bruto;
se llamaba Sisebuto,
y su esposa, Leonor,
y Cunegunda, su hermana,
y su madre, Berenguela,
y una prima de su abuela
atendía por Mariana.
y su cuñado, Vitelo,
y su nieta Rosalía,
y su consuegra, Lucía
y su hijo mayor, Rogelio.

Era una noche de invierno,
noche cruda y tenebrosa,
noche sombría, espantosa,
noche atroz, noche de infierno,
noche fría, noche helada,
noche triste, noche oscura,
noche llena de amargura,
noche infausta, noche airada.
En el gótico salón,
dormitaba Sisebuto,
y un lebrel seco y enjuto
roncaba en el portalón.
Con quejido lastimero
el viento fuera silbaba,
e imponente se escuchaba
el ruido del aguacero.

Cabalgando en un corcel
de color verde botella,
raudo como una centella
llega al castillo un doncel.
Empapada trae la ropa
por efecto de las aguas,
¡como no lleva paraguas
viene el pobre hecho una sopa!
Salta el foso, llega al muro,
se encamina hacia la entrada,
 -¡Está la puerta cerrada!,
-¡Me ha dado mico mi amada!
-exclama-. ¡Vaya un apuro!

De pronto, algo que resbala
siente sobre su cabeza,
extiende el brazo, y tropieza
¡con la cuerda de una escala!
-¡Ah!…-dice con fiero acento.
-¡Ah!…-vuelve a decir gozoso.
-¡Ah!…-repite venturoso.
-¡Ah!…-otra vez, y así, hasta ciento.
 Sube, que sube, que sube
trepa, que trepa, que trepa,
en brazos cae de un querube,
la hija del Conde, la Pepa.

En lujoso camerín
introduce a su amado,
y al notar que está mojado
le seca bien con serrín.
-Lisardo,…mi bien, mi anhelo,
único ser que yo adoro,
el de los cabellos de oro,
el de la nariz de cielo,
¿qué sientes, dí, dueño mío?
¿no sientes nada a mi lado?
¿qué sientes, Lisardo amado?
Y él responde:-Siento frío.
Frío has dicho? eso me espanta.
¿Frío has dicho? eso me inquieta.
No llevarás camiseta
¿verdad?… pues toma esta manta.

-Ahora hablemos del cariño
que nuestras almas disloca.
Yo te amo como una loca.
-Yo te adoro como un niño.
-Mi pasión raya en locura,
si no me quieres me mato.
-La mía es un arrebato,
si me olvidas, me hago cura.
-¿Cura tú? ¡por Dios bendito!
No repitas esas frases,
¡en jamás de los jamases!
¡Pues estaría bonito!
Hija soy de Sisebuto
desde mi más tierna infancia,
y aunque es mucha mi arrogancia,
y aunque es un padre muy bruto,
y aunque temo sus furores,
y aunque sé a lo que me expongo,
huyamos…vamos al Congo,
a ocultar nuestros amores.
-Bien dicho, bien has hablado,
huyamos aunque se enojen,
y si algún día nos cojen,
¡que nos quiten lo bailado!

En esto, un ronco ladrido
retumba potente y fiero.
-¿Oyes?-dice el caballero-,
es el perro que me ha olido.
Se abre una puerta excusada
y, cual terrible huracán,
entra un hombre.., luego un can…,
luego nadie…, luego nada…
-¡Hija infame!-ruge el Conde.
¿Qué haces con este señor?
¿Dónde has dejado mi honor?
¿Dónde?¿dónde?¿dónde?¿dónde?
Y tú, cobarde villano,
antipático, repara,
cómo señalo tu cara
con los dedos de mi mano.

Después, sacando un puñal,
de un solo golpe certero
le enterró el cortante acero
junto a la espina dorsal.
El joven, naturalmente,
murió como un conejo.
Ella frunció el entrecejo
y enloqueció de repente.
También quedó el conde loco
de resultas del espanto,
y el perro…no llegó a tanto,
pero le faltó muy poco.
desde aquel día de horror
nada se volvió a saber
del conde, de su mujer,
la llamada Leonor,
de Cunegunda su hermana,
de su madre Berenguela,
de la prima de su abuela
que atendía por Mariana,
de su cuñado Vitelo,
y de su nieta Rosalía,
y de su consuegra, Lucía
ni de su chico Rogelio.

Y aquí acaba la la leyenda
verídica, interesante,
romántica, fulminante,
estremecedora, horrenda,
que de aquel castillo viejo
entenebrece el recinto,
a veinte leguas de Pinto
y a treinta de Marmolejo.

                                            Joaquín Abati y Díaz

Durante mi adolescencia, el colegio al cual iba, siempre al terminar el curso,celebraba una pequeña fiesta en la cual mostrábamos nuestros trabajos del año, hacíamos tablas de gimnasia y sobre todo un pequeño espectáculo de teatro, canción.... Un año no sabíamos qué hacer y una amiga nos trajo esta obra que se la contaba su madre y era tradición en su familia. La representamos y tuvimos gran éxito.No sé si nos lo pasamos mejor preparándola o mostrándola. Espero haberos sacado al menos una sonrisa.




3 comentarios:

  1. SI ES QUE YA SE TE DEBIA DE VER DE PEQUEÑITA LO LISTA Y OCURRENTE QUE ERES , ME GUSTA MUCHO LA OBRA

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  2. Mas de una guapa1...según lo leia me imaginaba el teatrillo sin saber que lo hicisteis...seguro que a todos los padres les encantó.BEsos

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  3. eres muy inteligente,ya se ve en este bloc que es tan diferente de los que sigo yo,igual pones un cuento una historia que un trabajo,y así mismo te digo enhorabuena amiga mía.Besos

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