Hace ya unos meses, le hice a mi hijo un par de cojines con el tema de dragones que le encantan. Los hice en blanco, bordado en tonos de grises y negros. Quedaron bastante bien, pero no tuve en cuenta el color. Quedaban bien de decoración, pero no terminaban de gustarme.
Por ello decidí hacerles un cambio. Tomé una tela en rojo, recorté el dibujo bordado y lo apliqué con un borde en azul.
Ahora ya me gustaban mas y a él también.
Por fin los doy por terminados. Así se quedan.